“Ayuda secreta de la Casa Rosada al triunfo de los socialistas en Galicia“, tituló en el 2005 el diario Clarín. La colaboración no fue tan secreta porque se supo que los Kirchner ayudaron a Zapatero y Blanco a montar una red de 1.200 agentes electorales y les dieron “información” esencial de Correo Argentino. Pese a las supuestas tiranteces recientes entre la Casa Rosada y la Moncloa, la ayuda va a repetirse, aunque esta vez va a ser más discreta. Por eso, en su última gira porteña Touriño no buscó la foto con Cristina Fernández. En el PP están convencidos de que con Menem en el poder, Fraga no habría perdido la mayoría absoluta en el 2005.
Con Blanco a la cabeza, el PSOE bramó desde la oposición contra las maniobras del PP en la emigración y denunció que el sistema permitía el fraude. En el poder, olvidó la prometida reforma de la legislación para implantar el voto en urna y creó una potente maquinaria a fin de aprovechar lo que antes criticaba. El PP, que rechazó todas las propuestas para introducir transparencia, es ahora el paladín de la limpieza, después de haber estado esperando a ver si recuperaba el poder en Madrid para utilizar la emigración como palanca. Y el BNG, que siempre denunció los fraudes, se durmió en la moqueta, dejando pasar los primeros años de la legislatura gallega sin obligar al PSOE a cumplir sus compromisos.
Votarán los muertos y resurgirán las críticas a los emigrantes. Lo único bueno es que esta vez resulta difícil que su sufragio influya en el desenlace final.
Por cá discutiu-se há poucos dias se os emigrantes deviam votar por correspondência ou presencialmente. Sendo certo que presencialmente será difícil para muitos manifestar a sua opção, dado não haver embaixadas ou postos consolares em todos os locais onde há emigrantes, o envio do voto continua a vigorar, e com sentido.
Aqui ao lado, em Espanha, os votos dos emigrantes também merecem o envio por carta. Não fosse a eleição regional de há quatro anos, em que o histórico Fraga Iribarne perdeu as regionais galegas, por causa do voto dos imigrantes, e ainda hoje o assunto seria pouco relevante. Como tudo está em aberto, tanto os socialistas podem perder a renovação do poder em coligação com os nacionalistas galegos - e as notícias dão uma campanha de Touriño com pouca mobilização, como os populares podem ver goradas as expectativas de reconquistar o poder - Feijóo parece estar imune aos escândalos que abalam o PP nacional, de Madrid e Valência, os votos dos emigrantes podem ser, novamente, decisivos.
Na noite do primeiro dia de Março veremos e o episódio de há quatro anos se repete, sendo bastante provável que os socialistas ganhem com os votos vindos do exterior, como o texto de Anxo Lugilde explica.
Maroscas não faltam nesta situação, com responsabilidade de todos, mas mais, naturalmente, de quem exerce o poder, que se reconforta com a situação, dada ser-lhe favorável.
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