terça-feira, 31 de março de 2009

As dificuldades do exercício do poder

El Gobierno inexperto de Fernando Lugo se ve impotente para aplicar las reformas contra el hambre y la corrupción al ritmo que demanda el pueblo

Este artigo do El País, sobre a realidade política e social do Paraguai, merece uma leitura atenta, que deixa o espanto, desde o começo até ao fim, que não resisto a referir, para se perceber o paradoxo deste país sul americano, que há pouco tempo elegeu um antigo bispo como Presidente da República:

"Es cierto que tenemos que darnos prisa", reconoce el ministro del Interior, Rafael Fillizzola, un profesor de Derecho político de 41 años, que se ha hecho cargo de una de las carteras más complicadas. Fillizzola comparte la idea de que la clave del futuro está en la capacidad del Gobierno para hacer frente a la pobreza y la inseguridad. "La población va a notar pronto que disminuye la pobreza y que el Estado le protege". Pero Fillizzola no es ingenuo: ha hecho 338 cambios en la Policía Nacional y aun así sabe que está agujereada por la corrupción. "Yo era diputado y sabía cómo eran las cosas pero cuando llegué aquí, me quedé asombrado. Con el dinero que ha desaparecido los policías no solo tendrían coches patrullas, que no tienen, sino helicópteros". Todavía tiene tiempo para reírse un poco. En Ciudad del Este, en la triple frontera, con más de 60 nacionalidades y fama de ser un fabuloso bazar de contrabando y tráfico de armas, "vinieron un día a protestarme por la corrupción de unos policías. Quienes protestaban eran contrabandistas de coches robados... Así están las cosas por aquí".

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